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[ponfe]

Eso es lo peor de nuestra profesión, que tenemos que aguantar las tonterías de muchos petardos, por no llamarles otra cosa. Y lo peor es que a veces no son borrachos precisamente los que dicen idioteces. Deberiamos buscar algún modo de solucionarlo, para que esta "gente" no se permitiese tomarse estas libertades.
Pero tendremos que intentar quedarnos con la parte buena de nuestra profesión, no son sólo malas personas las que nos encontramos, más bien son las menos.
Un beso Isa, no estas sola.

[minuscula]

Hace un mes un paciente con historial psiquiátrico previo ingresó por un problema respiratorio en la unidad en la que estaba trabajando. Se descompensó mientras estaba ingresado allí hasta tal punto que los familiares dejaron de ir a verlo por miedo. En un turno de noche en el que sólo estábamos una auxiliar y yo (olé las narices de todos esos que dicen que somos demasiados ¬¬) nos cogió por banda en la habitación y a ella llegó a tenerla agarrada por los brazos, a mí me retorció una mano y me hizo caer al suelo. En la habitación estaba otro paciente con su familiar, pero ninguno de ellos dijo ni pío, mucho menos hicieron ademán de ayudarnos. Si no llega a ser porque el celador -compartido con otra planta- había quedado a esa hora para venir a hacer los cambios no nos encontró y se le ocurrió ir a ver qué pasaba en la habitación con la luz encendida, pues no sé... Me lo tomé con cierto sentido del humor, le quité hierro y bueno, no me quejé en ningún sitio porque me dio lástima del señor, que bastante tendría ya con lo suyo. En el momento lo único que me preocupó fue la mano, porque al fin y al cabo era la derecha y hace mucha falta para trabajar. Pasaron los días, a mí se me murió un familiar cercano, se me terminó el contrato y empecé con otro en el que trabajé las horas que no están escritas. A todo esto, me encontré con que tenía dos manchas de unos tres centímetros de diámetro en el sitio más raro del mundo, los espacios intervertebrales de las últimas lumbares. Le pedí a una compañera que me los mirara, porque yo solo me los había visto en el espejo y en fin, que no sabía qué demonios eran. "Pues parecen hematomas" me dijo. Le di vueltas y vueltas, y aquello me parecía rarísimo, cómo demonios podía haberme hecho un hematoma en una zona donde tenemos una lordosis fisiológica... Pues hasta hoy que me he acordado al cerrar una puerta, de que el señor aquel me había empujado contra el armario de la habitación y me había golpeado contra el tirador. No sé, de repente me he preocupado... Me hice un par de hematomas, que es algo nimio, pero igualmente podría haberme hecho algo más grave que habría pasado por alto con la adrenalina del momento y esa buena fe de no querer molestar... Creo que la próxima vez voy a ir al médico nada más acabar el turno...

[parchesacro]

Una agresión, aunque sea de un paciente con historial patológico previo, sigue siendo una agresión, y siempre debe comunicarse.
No podemos permitirnos que el que nos "dé pena" una persona condicione nuestra seguridad personal.
En algún otro post ya expliqué un conato de agresión física que tuve (quedó en verbal fuerte y presencia policial). Llevé a la persona a juicio, y aunque es un pobre miserable con una pensión seguro que raquítica, lo siento mucho, pero he pedido su condena ante el juez. No quiero que esta persona, la próxima vez que quiera que lo atiendan, agreda a una compañera por culpa de haber conseguido lo que quería otras veces al haber agredido.
Es un tema muy serio en el que deberíamos estar más concienciadas, y en el que deberíamos poder negarnos muchas veces a atender a los pacientes por esta agresividad hacia nosotras.